*Desde enero, EE.UU. ha deportado a 56,298 mexicanos. La mayoría se afilió al IMSS o recibió atención en centros migratorios del plan “México te abraza”.

Ciudad de México.– Desde que Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos en enero de este año, el Gobierno mexicano ha recibido a 56,298 connacionales repatriados, reveló este lunes Félix Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob).

La cifra fue dada a conocer como parte del balance del programa “México te abraza”, una estrategia nacional diseñada para atender de manera integral a los mexicanos deportados desde EE.UU.

Medina Padilla detalló que al menos 34,000 repatriados se afiliaron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para acceder a servicios de salud y prestaciones básicas. Además, 20,082 personas ingresaron a alguno de los centros de atención migratoria, donde se les proporciona orientación, alojamiento temporal, alimentación y apoyo para la reintegración social o laboral.

El funcionario subrayó que el Gobierno de México mantiene un enfoque humanitario ante el aumento de repatriaciones, y trabaja en coordinación con entidades federativas y organizaciones civiles para brindar respaldo a quienes regresan, muchas veces sin recursos ni redes familiares.

El aumento en las deportaciones ha sido uno de los efectos inmediatos del endurecimiento de las políticas migratorias bajo el nuevo mandato de Trump, quien ha reiterado su intención de reforzar la seguridad fronteriza y ejecutar miles de repatriaciones mensuales.

*Durante un culto en Lima, la pastora pidió a los fieles no moverse pese al fuerte temblor de magnitud 6.1

Lima, Perú.– Un inusual momento se vivió en la iglesia evangélica “El Gran Yo Soy”, en el distrito limeño de San Martín de Porres, cuando un sismo de magnitud 6.1 sorprendió a los asistentes en pleno culto dominical. Lejos de alarmarse, la pastora Nélida Rojas pidió a los fieles que permanecieran en sus asientos y atribuyó el fenómeno a una manifestación divina.

“¡No se muevan!”, exclamó con firmeza al notar la inquietud en la congregación. Mientras el templo se sacudía, Rojas comenzó a saltar con entusiasmo y gritó “¡más fuerte!” varias veces, generando sorpresa entre los presentes. Nadie abandonó el lugar.

“Eso significa que nuestro padre celestial está aquí”, dijo entre aplausos de algunos asistentes. “Eso es un terremoto, en algún lugar. No se asusten. Si usted está a cuenta con el Señor, debe gozar, más bien”, añadió en medio de su prédica.

El movimiento telúrico, registrado el pasado domingo, tuvo su epicentro en la región costera de Perú y también se sintió en la provincia del Callao, sin que se reportaran daños mayores ni víctimas.

La reacción de la pastora fue grabada y se viralizó rápidamente en redes sociales, generando tanto asombro como debate entre los internautas.

*Testigo asegura que el rapero disfrutaba verla tener sexo con otros hombres como parte de una práctica conocida como ‘cuckolding’.

Nueva York.- Durante el juicio que enfrenta el rapero Sean Combs, conocido como P. Diddy, por presuntos delitos relacionados con crimen organizado y tráfico sexual, una exnovia, identificada como Jane, ofreció un testimonio revelador sobre la vida íntima del artista.

Jane afirmó que durante los tres años que mantuvo una relación con el músico, él le pedía participar en relaciones sexuales con otros hombres, preferentemente trabajadores sexuales, mientras él observaba. Estas dinámicas, según explicó, solían estar acompañadas por el consumo de drogas.

La mujer relató que, al inicio, pensó que se trataba de una experiencia única compartida en pareja, pero con el tiempo comenzó a investigar en línea sobre fetiches sexuales para entender mejor lo que ocurría. Fue así como se encontró con el término ‘cuckolding’, una práctica donde una persona obtiene placer al ver a su pareja mantener relaciones con alguien más.

Jane explicó al jurado que el artista prefería describir sus preferencias como “voyerismo” o “escapismo”, aunque para ella, el término más adecuado era el de “cuck”, por sus características. Añadió que, en algunos casos, esta conducta podría estar relacionada con una bicuriosidad reprimida que algunos experimentan indirectamente.

Este testimonio se suma a otras acusaciones dentro del proceso judicial que examina la supuesta implicación de Combs en una red de explotación sexual. Las declaraciones han generado polémica y renovado el debate sobre los límites del consentimiento, el poder y las dinámicas de control en relaciones íntimas con figuras públicas.