*Un hombre en Xul-Ha ató a un perro a un dron y lo elevó mientras se burlaba; el video ha causado repudio y se exige castigo legal.

Xul-Ha, Quintana Roo.– Un nuevo caso de maltrato animal ha desatado la indignación de la ciudadanía, luego de que se difundiera en redes sociales un video en el que se observa a un perro siendo elevado por un dron mientras un grupo de personas se burla de la situación.

El presunto responsable fue identificado como Rubén “N”, quien también presume en sus redes sociales actividades relacionadas con la cacería. El hecho ocurrió en la localidad de Xul-Ha, ubicada en el municipio de Othón P. Blanco, al sur de Quintana Roo.

En las imágenes se ve cómo el perro, atado al dispositivo, es alzado varios metros sobre el suelo sin ningún tipo de protección, visiblemente asustado. El acto ha sido condenado por usuarios de redes sociales, colectivos animalistas y figuras públicas que exigen justicia para el animal.

Hasta el momento, la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) de Quintana Roo no ha emitido un posicionamiento oficial, pero ha hecho un llamado a la ciudadanía para denunciar este tipo de actos y aportar pruebas que permitan dar con los responsables.

El maltrato animal es considerado delito en Quintana Roo, con penas que van de uno a cinco años de prisión y multas económicas, mismas que se incrementan si el acto provoca la muerte del animal.

La ciudadanía puede presentar denuncias a través del correo denunciasppa@qroo.gob.mx o llamando al 998 892 3326, proporcionando evidencia y datos precisos sobre el incidente.

Colectivos protectores de animales han convocado a una protesta pacífica para exigir que este caso no quede impune y que las autoridades tomen acciones contundentes en contra del responsable.

*El inmueble, presuntamente vinculado al crimen organizado, fue asegurado tras un enfrentamiento armado con elementos de seguridad del estado.

Nacional.- Un enfrentamiento armado entre sujetos desconocidos y agentes de seguridad del estado de Jalisco derivó en el aseguramiento de un rancho ubicado en el municipio de Teocaltiche, sobre la carretera Villa Hidalgo – Teocaltiche, a la altura del kilómetro 5.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 24 de abril, cuando elementos de la Policía Regional, parte de la Fuerza Interinstitucional Regional (FIR), realizaban patrullajes de vigilancia y fueron atacados por hombres armados. Durante la persecución, los agresores se dirigieron hacia un inmueble identificado como Rancho Las Margaritas, donde se registró un nuevo intercambio de disparos.

Aunque los responsables lograron huir, las autoridades aseguraron el rancho, que abarca unas cinco hectáreas, así como una bodega cercana. Ambos lugares presuntamente servían como centros de almacenamiento de armas y autopartes. Desde el exterior, se observaron objetos que podrían ser armas de fuego y cajas con autopartes.

El Ministerio Público determinó el resguardo de la propiedad y solicitó una orden de cateo. La vigilancia del sitio permanece activa, incluso con apoyo de drones.

Este caso se suma a otros aseguramientos recientes en Teuchitlán, donde en marzo fueron intervenidos ranchos relacionados con posibles restos humanos, como el Rancho Izaguirre, aún bajo investigación.

*Una protesta pacífica con sabor y tradición mexicana en defensa de los espacios públicos.

Mazatlán, Sinaloa.– Lo que comenzó como una escena de aparente discriminación terminó por unir a toda una comunidad. Vecinos del puerto de Mazatlán organizaron una singular protesta con serenata, bocinas y una “carnita asada” luego de que un residente regañara a un trabajador de la construcción por comer en la banqueta frente a su domicilio.

El momento, captado en video y difundido en redes sociales, generó un fuerte rechazo entre los usuarios, quienes inicialmente creyeron que el hombre era extranjero. En las imágenes se observa cómo el individuo pide al trabajador que se retire de la vía pública, pese a que el obrero se encontraba simplemente comiendo durante su descanso.

La indignación no tardó en trasladarse a las calles. Con altavoces, motocicletas, mariachis y parrillas, los vecinos organizaron una jornada de protesta pacífica justo frente a la casa del sujeto, donde se celebró una comida comunitaria como símbolo de unión y defensa del derecho al espacio público.

“Esta banqueta es de todos, y aquí no se corre a nadie por comer un taco”, expresaron algunos de los asistentes, quienes con música tradicional mexicana buscaron evidenciar la intolerancia mostrada en el video viral.

En medio del revuelo, las autoridades locales aclararon que el hombre involucrado no es extranjero, como se creyó en un principio, sino un ciudadano mexicano residente en Mazatlán. Sin embargo, esto no disminuyó el ímpetu de la comunidad por manifestar su desaprobación.

Este episodio ha puesto sobre la mesa el debate sobre la convivencia urbana, los prejuicios y la apropiación del espacio público. Lejos de la confrontación, la respuesta de los vecinos se ha convertido en un ejemplo de cómo el humor, la cultura y la solidaridad pueden ser formas poderosas de resistencia y conciencia social.

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